domingo, 22 de mayo de 2011

Enfoques: Subjetividades y géneros *Pedro Lemebel. Del blog:http://www.letras.s5.com/archivolemebel.htm los textosManifiesto, Bésame otra vez, forastero; Que pena que no me duela tu nombre ahora, Bienaventuranzas para la creatividad nacional; De nuevo la búsqueda, otra vez la decepción; Recuerdos de Pelotillehue, Siga participando, La cara sombría de la vergüenza, Homoeróticas urbanas

La clase se inicia hablando de Raphaël Confiant y las impresiones que tuvimos sobre la charla a la que asistimos. Hablamos sobre los marcos de piel, sobre lo que es ser departamento de ultramar para la gente de Martinica y sobre el poco conocimiento que se tiene entre nosotros sobre el Caribe antillano. En medio de esta conversación inicial concluimos que de alguna forma entendemos de lo que nos habló Confiant porque estamos parados sobre una mentalidad post-colonial. Después se preguntó sobre el por qué la población de Martinica no se independiza de Francia. A esta pregunta se nos responde que a la población le da miedo, pero que su actitud para con Francia es: “ya nos explotaron, pues que ahora nos paguen”. Recordamos el texto de Confiant “Elogio a la creolidad” y la intención de éste de darles voz a esos personajes que están olvidados por la historia. Y concluimos esta introducción hablando del problema de Haití, por ejemplo, para cerrar el tema de los marcos de piel, con los mulatos y cómo son visto como traidores desde la época de la colonia.

Continuamos la clase hablando sobre las reacciones que tuvimos al texto del chileno Pedro Lemebel. Se dijo que era controversial/controvertido?, que era una crítica contra la sociedad, que en el texto se nota cierto resentimiento. Florencia (alumna argentina) dijo que le gustó el tema de los desaparecidos ya que siente cierta identificación en el esfuerzo de mantener vivos en la memoria a los desaparecidos. Otro compañero dijo que sintió asco en algunas partes del texto (situación de sexo oral realizado por una mujer vieja y sin dientes). Después de hablar de estas reacciones se comentó que el texto de Lemebel cuenta una realidad que no es una realidad del común para muchos y la cual es muy explícita.

Después se realizó una lectura de uno de los textos y se analizó por partes, mostrando la importancia de la cartografía urbana en los textos y que esta característica tiene mucho que ver con la vivencias urbana de la homosexualidad (los/algunos gays tienen una relación muy distinta a la de los heterosexuales con la noche y la ciudad en general). Vemos cómo ciertos personajes del texto se convierten en locus que podríamos pensar fácilmente como locus gay (Cecilia, la ceci) y cómo la ciudad y su espacio está muy localizada en el texto. Conversando después de la lectura, llegamos a una conclusión: que cada uno de los escritos de Lemebel tiene una carga política ya que en todas sus historias está muy presente la sombra de opresión de la dictadura. Y concluimos la clase hablando de que en América Latina los pueblos están muy marcados por eventos políticos como la dictadura y la revolución. Pero aclaramos que la revolución, si bien busca cambios económicos y sociales, no logra aún un cambio social de fondo ya que normalmente son muy conservadoras y mostramos un ejemplo de esto refiriéndonos a los campos de concentración cubanos. (sitio de reclusión de la oposición, hommosexuales, etc). El manifiesto de Lemebel es una declaración de guerra contra ese estado de cosas, así como lo son sus textos, donde el militarismo es omnipresente y siempre criticado.
Apuestas de escritura, y de apuesta política a través de ella, como la de Lemebel confirman la presencia de obras que se resisten a categorías eurocéntricas de la literatura, que piensa la literatura como una producción universal y única. La multiplicidad de voces, entre ellas una fuerte conexión con lo que llamamos oral, proponen y presentan otras literaturas donde ellas mismas exigen estudios particulares. Es allí donde el pensamiento americano empieza a aparecer y donde figuras como Lezama son importantes para apropiarse de estos trabajos y poder verles en el espesor que representan. Así el barroco entra a dinamizar estas expresiones que terminan asumiendo agendas políticas contestatarias, no solo con Europa sino con toda clase de dominación, la potencia de estas escrituras hacen de los sujetos que han sido otrificados asuma posturas contestarías de distintos tipos de respuesta, de distintos registros de escritura en que se puede reconocer figuras como Martí, Arguedas, Menchu o el propio Lemebel.

Stuart Hall. What is this “black” in black popular cultura? Rethinking Race. En Social Justice, 1993 v20 n1-2 p104(11)


La clase inició hablando del marco teórico que trabajamos en la clase (recuerdo de todas las lecturas, conceptos, etc). Después hablamos de la nueva línea de trabajo que vamos a tener y que va ser una perspectiva adicional de la historiografía y critica que hemos trabajado hasta ahora. La perspectiva va a ser muy contemporánea y viene de las humanidades (postcolonialidad). Hablamos de que los creolistas no hacen estudios culturales, ellos aún hablan desde la literatura pero desde una posición muy específica  que es el Caribe de-colonial y por eso es interesante, ya que en el texto existen cosas que resuenan entre nosotros, pero si miramos bien debemos preguntarnos ¿qué tan parecidos somos al Caribe? Miramos todo desde países que tienen efectos decolonizadores (ejemplo San Andrés, Puerto Rico). Pero aclaramos que ser post-colonial no significa relaciones de dependencia, por eso es válido hablar de San Andrés para hablar de tensiones post-coloniales por la tensión que existe entre Colombia y San Andrés. Luego discutimos la situación del bloqueo económico de Cuba y cómo los países europeos invierten en Cuba y la diferencia que existe entre los Cubanos que están en Miami y su visión de Cuba.
La clase continuó con la pregunta ¿qué son los estudios culturales? ¿y en qué se diferencian de otras practicas? Un compañero dice que la idea de estudios culturales que tiene es la definición que leyó de un teórico gringo que decía que los estudios culturales es una especie de aplicación de las herramientas de la literatura en situaciones culturales. Continuamos la discusión hablando del contexto de la obra literaria (cuándo se escribe, por qué se escribe y qué pasaba en ese momento histórico que se escribió la novela), llegando a la conclusión de que se debe ver la relación íntima del texto cn los eventos sociales.
Al concluir esto la clase se hablo sobre las relaciones de poder y la característica que tienen en la cultura(cosa que nunca se había realizado) ya que se pensaba que la novela solo era una obra literaria este fenómeno cambio desde los 60s gracias a Stuart Hall y los estudios culturales (análisis de cultura popular), aclaramos que los estudios culturales no son textualistas pero por asuntos de contexto requiere un estudio de campo y podemos pensar en análisis de campo desde trabajo de archivo, entrevistas a gente y todas esas cosas que como literatos no estamos acostumbrados hacer. Esto se hace para llegar a un evento sin una idea preconcebida. Y se nos explica que debemos llegar mirar que esta pasando y analizar el evento.
(la teoría no es para saber más, es para transformar el mundo - Stuart Hall)
Siempre que se habla de Estudios culturales en Latinoamérica se relaciona con nombres como García Canclini, Beatriz Sarlo y Renato Ortiz. Se preguntó si Monsivais hacía estudios culturales y se respondió que varios investigadores gustan de decir que el Latinoamérica ya se hacían estudios culturales antes de que existieran los estudios culturales y que ponen como sus referentes a José Luis Romero y Gutierrez Girardot, Henríquez Ureña entre otros, gente que pensó la literatura unida a los conflictos sociales de una época. También hablamos de que existen muchas tendencias en los estudios culturales. Hay gente que trabaja la línea decolonial (Mignolo), gente que trabaja teoría cultural o estudios sobre la cultura (Eduardo Restrepo); existen diferencias en el alcance de ese trabajo y en la voluntad del trabajo ya que a menudo se hacen análisis sociales, a veces geográfico y el efecto de eso (ejemplo Eduardo Restrepo y su trabajo de negritudes de Colombia). Para finalizar, comentamos que Stuart Hall es de Jamaica pero vive en Inglaterra y que todo el tiempo está pensando en colonialidad (vs eurocentrismo) y que en su texto hay una introducción entre las categorías de raza y color y que existe una problematización sobre la idea de estado y nación se continúa dejando claro que Barthes y su libro Mitologías es un trabajo semiótico mas no de estudios culturales. Y finalizamos diciendo que Hall no da una teoría da perspectivas, y que del texto leído se pueden sacar frases, puntos de partida.
(Stuar Hall sirve para pensar y pensar políticamente)

RELATORÍA MIÉRCOLES 4 DE MAYO- Franco y Molloy

Textos: Franco, Jean. “Apuntes sobre la crítica feminista y la literatura hispanoamericana”. En: Hispanoamérica, XV, núm.45, 1986, pp. 31-43.
Molloy, Silvia. “La cuestión del género: Propuestas olvidadas y desafíos críticos”. En: Revista Iberoamericana, vol. LXVI, n 193, oct-dic, 2000, pp815-819.

Esta clase se focalizó en subjetividad y género. Para lo mismo, se trabajó con los textos citados arriba de Jean Franco y Silvia Molloy. Ambas hacen, de manera diferente, un paneo de la situación de la crítica y la teoría de la literatura femenina en Latinoamérica.
Jean Franco empieza señalando que muchas mujeres escritoras latinoamericanas hacen una genealogía desde Sor Juana en adelante, en cierta forma, para legitimarse. También agrega que estas genealogías aún no están hechas, y, por ende cada escritora retoma lo que le es útil. Y el problema para Franco comienza cuando se busca ver porqué no ha sido hecha tal genealogía por parte de los estamentos oficiales, si se quiere. La respuesta es porque no muchas de esas escritoras que se nombra están en el canon. De esta manera plantea la relación entre canon y nación, y el papel de la mujer en tres estadios de la misma: colonial, nacional y posnacional. En el último, la inglesa marca a la intertextualidad como un terreno de lucha del poder en el que las exclusiones y la marginación del pasado se hacen presentes. Nombra el caso de Lispector, Ferré y Peri Rossi, quienes cambian su lugar de enunciación por un narrador masculino. De esta manera, y al igual que Molloy, el lugar de enunciación y de investigación de la literatura femenina no es necesariamente desde una voz femenina.
Franco comienza su trabajo planteando que la teoría contemporánea tiene la tarea de deconstrucción de la institucionalización del género, y en este sentido se relaciona con la teoría feminista. La teoría feminista, la cual se diferencia de la crítica feminista, busca “cambiar el estudio de la literatura (…), abarcar una lectura de la cultura que altere sustancialmente los marcos del sistema literario y nos dé, al mismo tiempo, nuevos instrumentos de análisis.” (Franco, 1986: 265). Se marcaron en clase tres olas de la teoría feminista. La primera está relacionada con la reivindicación de los derechos políticos de las mujeres, como el voto. La segunda ya es de lo femenino como universal, como representación. Sin embargo, se marcó una falencia y es que, en este caso, se trata a la mujer como homogénea, desde una categoría esencialista. Y por último, los feminismos negros en los que se puede ver una solidaridad de género con la opresión colonial. Franco señala que la teoría feminista tiene una estrecha relación con las teorías deconstructivistas (ya que el género es una construcción con límite imaginario), principalmente con el marxismo y con las teorías descoloniales al criticar a las instituciones y al sistema literario en sí.
Al finalizar, la autora nombra el crecimiento en el número de publicaciones de literatura femenina y lo relaciona con el período de crisis actual que demuestra la caída de las “narrativas maestras” basadas en la exclusión de la heterogeneidad. En este sentido, la teoría femenina debe ser localista, ya que lo que pasa en Latinoamérica no es lo mismo que el subalternismo en India, por ejemplo.
En esta línea, Molloy hace un texto subversivo que es más bien una enunciación de caminos y desafíos críticos que un típico trabajo académico. Se resaltó en clase porqué era atípico y porqué subvertía la academia. Más allá de las intervenciones de la narradora, Molloy parte de ver lo femenino en escritores canónicos que no se han estudiado así, como el caso de Sarmiento y Rodó. Al igual que Franco, marca la necesidad de un trabajo de archivo. Pero aclara que no es suficiente, que es necesario trabajar con lo que “hacemos a partir del género más que el género” (Molloy, 2000:818) en sí mismo. Retoma a Foucault como un nudo de resistencia que abre fisuras culturales en los discursos establecidos. Y a partir de esas fisuras, la performance del género es entendida como desestabilizadora en sí.
Su propuesta es analizar, desde la creatividad, las nociones de los discursos de nación, ver en escritores canónicos las nociones de sexualidad que circulan (Sarmiento, por ejemplo) y mirar el conservadurismo en las propias mujeres. Se nombraron en clase otros textos de la misma autora con una manera similar de análisis. El texto finaliza con un llamado a una “intervención de relectura llamativa” (Molloy, 2000:818) teniendo en cuenta lecturas pasadas y la incidencia del género en otros discursos.
Al concluir la clase, un alumno preguntó porqué la universidad como institución educativa incluía tan tarde en el plan de estudios textos deconstructivos como éstos. La repuesta por parte de la profesora es que no son textos fáciles de abordar; como Franco marca, el precedente de teorías marxistas y decoloniales es imprescindible para entenderlos. A su vez, este paradigma deconstructivista feminista es complejo ya que son discursos diferentes, con necesidades de herramientas diferentes, se relacionan con lo emotivo de cada uno (es algo personal) y, por último, no hay aún una noción del valor de la literatura escrita por mujeres. Este paradigma se inscribe dentro del poscolonial que rompe con la homogeneización como el afroamericano, el popular y el indígena. Es importante que se enseñe ya que permite “sospechar” y hacer, como Molloy dice, una lectura llamativa de textos canónicos.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Biografía de un Cimarrón

Barnet, Miguel. Biografía de un Cimarrón. Editorial Galerna: Buenos Aires, 1968.

La lectura de la Biografía de un Cimarrón se presenta como reto al lector que desea hacer una crítica sobre el texto. A partir de este tensión gira la discusión, en el curso, de cómo se puede hacer un análisis de estudios literarios. El texto en sí mismo muestra tensiones de escritura reconocibles en la figura de Montejo (personaje, protagonista, narrador y testigo, entre muchos otros roles) y Barnet (investigador, compilador y editor). ¿Quién es el autor? ¿Cómo leer este texto?

Se torna necesario retomar la lectura de Beverley y cómo en su texto Anatomía del Testimonio tiene lugar el problema del autor aunque resultó de otro modo; es decir, mientras que en el texto del Cimarrón Barnet se encuentra catalogado como el autor, en Me llamo Rigoberta Menchú y así me nació la conciencia la editora pierde protagonismo y la autora es la guatemalteca. El prólogo-introducción condiciona la lectura, según la discusión de clase y también es claro que matiza la noción de autor. Así, para el texto en cuestión el autor es Barnet y se pone de manifiesto el interés de revalidar la figura de Montejo por parte de un ejercicio crítico.

Tema y lenguaje pueden ser entradas al  texto desde la participación de los estudiantes en torno a la discusión. La propuesta es hacerle el quite a discusiones en torno e realidad/ficción en torno a lo narrado y/o al personaje en que recae lo narrado. Se reconoce el texto Biografía de un Cimarrón como una obra abierta en torno a la discusión planteada y con las pistas que se extraen de Beverley.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Relatoría Rama (Ciudad Modernizada).


Ángel Rama. “La ciudad modernizada” (IV), pp. 99-129. La ciudad letrada.  Ediciones del Norte.

El crítico Ángel Rama se encuentra dentro de una lista privilegiada de notables nombres que dan cuerpo y vitalidad a los asuntos latinoamericanos de la literatura, un estadio de reconocimiento que elogia sus aportes, pero que a su vez, le condena a la manipulación indiscriminada de su propuesta. La Ciudad Letrada se incorpora a la lista de categorías discursivas sobre la literatura Latinoamérica, a menudo, sin un mínimo de cuidado y todo partícipe de los estudios literarios tiene de suyo, presuntamente, el poder de invocarla.   

Con la anterior premisa el texto de la “Ciudad Modernizada” es abordado por la clase con suma cautela y se parte de un necesario repaso de los anteriores títulos que componen el libro La Ciudad Letrada, de donde se extrae el capitulo anteriormente citado. 
1.     
La Ciudad Ordenada: El génesis histórico de Rama coinciden con las aproximaciones de Quijano, para ambos, el punto de partida para hablar de lo latinoamericano es desde la conquista y desde las estructuras que ella proporciona.   Instituciones que amortiguan y facilitan un discurso encuentran en “La ciudad” un sistema ideal para introducir la Colonización, ella es la síntesis de un Imperio en que reina el binomio: civilización/barbarie.

Lo anterior encuentra correlato en lo enunciado por parte de Miguel León Portilla quien afirma que en Mesoamérica hay ciudades precoloniales.

Ahora bien, la ciudad, en el marco de la Edad Media, acoge y hace hermandad, evidenciando categorías en binomios para denotar el espacio que se habita, a saber: “la ciudad de dios”/pagana. La colonización se efectúa como sistema jerárquico y vertical.

Las Ciudades Americanas efectúan la utopía del diseño que en Europa no logra realizar.  

2.      Ciudad Letrada: Exclusión. El prestigio está dado por el saber leer y escribir. La ciudad letrada se constituye por el poder simbólico de la letra.  La Biblia y las Leyes son productos que ejemplifican el régimen de la letra, que reflejan la existencia de un adentro y un afuera donde Oralidad y Escritura son opuestos.

El colectivo de gentes con poder y letra, constituyen la presencia de La Ciudad Letrada, aun conn la falta de una estructura arquitectónica que la respalde.

3.      Ciudad Escritural: La escritura logra posicionar a los sujetos criollos, al usar el código europeo. Sor Juana y el Inca Garcilaso, son dos ejemplos que encarna esta situación, entonces la ciudad Escritural es el campo de enunciación, que se figura contra la metrópoli y que busca subvertirla.

Ciudad Moderna: Creación del mito nacional. Se impone un modelo que apropia la escritura y esta se vuelve categoría. Toda expresión se absorbe por la anterior. Un imperio puede ser en la falta de lugar, como escenario arquitectónico, pero no tiene posibilidades en la carencia de letra. Este es el foco por el que mira la sensibilidad de Rama, la conceptualización de La ciudad Letrada sigue siendo su mayor preocupación, en su texto dirá que “la literatura, al imponer la escritura y negar la oralidad, cancela el proceso productivo de ésta y lo fijan bajo las formas de producción urbana” (pp. 120).

El lugar donde se crea el mito de lo nacional. Un lugar, que no se presenta necesariamente como un espacio en físico, sino como un escenario donde hace presencia lo colectivo. El colectivo es quien enuncia.  Modelo que se impone.  A) Abogados B) Grupos de intelectuales, Grupo De los letrados. Periodismo, Educación y la Diplomacia. Al final del texto el poder se decanta por los centros universitarios, incluso por encima de la institución y La Real Academia de La Lengua.

La letra presupone un poder que intente reproducir un régimen de orden, del que la ciudad es perfecto símil. La ciudad moderna queda sugerida por las colectividades que tienen en la escritura su expresión más aglutinante y a la vez más disociadora, dentro del entorno latinoamericano donde la oralidad se filtra por la porosidad de estatuto de escritura.